Ya van sesenta y tantos días de la cuarentena en México y, en redes sociales, principalmente en Facebook, he notado y vivido un exceso de información cultural artística ¡que sí, ya llegó a estresarme! al grado de pasar decididamente menos tiempo navegando en Facebook.
Exceso de contendidos, exceso de información y un sin fin de invitaciones a talleres, clases, charlas, seminarios, “Festivales” y dinámicas culturales artísticas, algunas me han dado “bajón” por no poder conectarme a tiempo, y otras no entiendo porqué están en ese formato “live”.
¿Verlas después?
No me gusta mucho, si de por sí, “convivir o relacionarme” a través de una pantalla es difícil, ahora más difícil se me hace saber que la persona no esta “en tiempo real” “compartiendo-relacionándose” conmigo.
El día de hoy 28 de mayo a través de Facebook, en el grupo cerrado “Diálogo de la Gestión Cultural en México”, el administrador del grupo Sergio Cervantes, invitó a Cissi Montilla a una charla a través de la plataforma de Zoom para dialogar del un tema que Cissi denominó: “Cultura y tecnología excesos en tiempos de pandemia” y que, la verdad, me atrapó por el puro título, y más por la palabra EXCESOS.
¡La charla se puso buenísima! puedes ingresar al grupo y verla-escucharla tú misma.
Aquí te comparto una de las reflexiones que tuve a partir de uno de los comentarios de la charla:
Aquí te comparto una de las reflexiones que tuve a partir de uno de los comentarios de la charla:
“LA RETROALIMENTACIÓN DESDE EL APLAUSO”
Como dice Lady Gaga en su canción “Applause”
“Vivo por el aplauso, aplauso, aplauso,
vivo por el aplauso,
vivo por el aplauso.
Vivo por la forma en que te animas y gritas por mí,
el aplauso, el aplauso, el aplauso.”
¿Y será que las artes en especifico la danza contemporánea, vivió, vivé o vivirá del aplauso?
Ya hace muchos años que no escucho un “gran aplauso” del público al terminar una función o presentación de danza contemporánea, (creo que tengo más recuerdo del “aplauso” bailando folklor (bueno, también bailé como en “mil ocho mil” presentaciones y, hay que considerar todo lo que implica socialmente la danza folklórica para el espectador)) ¿Será por que cada vez bailo menos en Teatros “tradicionales”? ¿Será que cada día (por lo menos en mi contexto cercano) la gente va cada vez menos a ver danza contemporánea o incluso eventos escénicos?
¿Cómo suceden o sucedían los procesos de retroalimentación de las artes escénicas y específicamente de la danza contemporánea? ¿Desde dónde o cómo influía “lo presencial” (que es lo que ahora no tenemos) para el abordaje de la misma? ¿Será que sí es muy diferente la retroalimentación en persona que en Red y qué tanto?
Más que el aplauso (que también me gusta) la retroalimentación que en verdad me llena y aporta un poco más al desarrollo personal y artístico de lo que comparto, desde el sentido de la definición misma de la palabra que me gusta abordar, es la retroalimentación “en privado” -incluso tímida-, esa retroalimentación donde el espectador o participante se acerca a darte las gracias y contarte cómo es que el suceso vivenciado o experimentado en escena le atravesó, le recordó o la acercó a una experiencia personal, o la pone en algún estado del cual no había hecho tanto conciencia.
Entonces pienso ¿Viviré del aplauso en un futuro?
Comentarios
Publicar un comentario