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¡Lo mediano me asquea! MONET.

Reflexión sobre el libro de MONET por Christoph Heinrich.


Regresé junto con Israel a la nutritiva y, a la vez, “contaminante” rutina de leer por las mañanas. Nótese que por “contaminante” me refiero a la idea de resistirme a un pensamiento “puro” o “inmaculado” que luego me impida generar anticuerpos.

Ahora puedo leer de una manera más dinámica. Me sigue costando un poco de trabajo retener información trascendental, importante y relevante de cada lectura, o quizá recordarla después de un largo tiempo; sin embargo, sigo con la táctica de escribir a mano datos interesantes y pequeñas reflexiones de lo que leo, para ver si así la retención de información y mundos se mantiene con mayor fuerza en mí, quizá, retenida en la primer carpeta, y no en la sub-sub-subcarpeta, dónde sí está la información pero tardo mucho en acceder a ella ¿Falta de memoria o de conexión rápida?

 

Con motivo de la estrategia de escribir, te quiero compartir algunos datos interesantes de mi lectura del libro que habla de MONET, junto con algunas reflexiones de la información que, de primera, me llama más la atención: 

 

Esta es la segunda biografía que leo. 

Gracias Lalo Ocampo por tan bellos regalos.


                                                                      MONET


Lo mediano me asquea 

 

Cuentan que Monet le dice a una estudiante -una chica bonita pero vulgar- que le hacía la corte: “…discúlpeme, pero yo sólo me acuesto con duquesas o con criadas. Lo mediano me asquea. Lo ideal sería la criada de una duquesa”.

 

Me hace pensar en cómo, en la actualidad, mucho de este discurso se mina en diferentes esferas. Pondré dos ejemplos que me son muy notorios, no sé que opines tú:

Algo de eso sucede con los apoyos institucionales y gubernamentales. Por un lado, tienes que estar jodidamente pobre para poder acceder a apoyos o a la atención que las instituciones pueden brindarte en diferentes áreas de desarrollo; el otro, es que la clase alta se ve beneficiada con apoyo en proyectos, contratos como proveedores y servicios que benefician solo a ellos; un ejemplo son los impuestos que evaden o que el gobierno condona por ser “figura$ publica$”.

 

El otro ejemplo, en mi experiencia, lo noto en la danza y su desarrollo profesional en México donde, si eres joven (como estás empezando tu carrera,  “TENEMOS que apoyar”), te ves beneficiado de un sin fin de convocatorias, becas y apoyos destinados a este sector, de lo cual no estoy en contra de apoyar, pero si en el exceso. Su contraparte sucede con lo que denominados despectivamente “las vacas sagradas” donde a partir de cierta edad-trayectoria-ubicación geográfica, se ven beneficiados por el hecho de contar con una larga experiencia de vida (pocas veces larga a nivel artístico).

¿Qué sucede entonces con los que nos encontramos en medio de estas dos etapas de vida-desarrollo? No soy lo suficientemente joven para acceder a los apoyos y tampoco soy lo suficientemente “viejo” para que me reconozcan la trayectoria, soy, como diría Monet, un posible “asqueador” de la sociedad. 

Quizá me hace falta ser “curious style” donde, mi físico y mi postura “intelectual”, me ayuden a posicionarme; quizá me hace falta estar de rémora o en este caso de “pájaro de vaca sagrada” -léase criada de duquesa- para ser beneficiado ¿O tú que piensas? 

 

La crítica como algo que te puede posicionar 


Louir Leroy publica en su revista satírica <<Charivari>> la destructiva critica hacia la exposición que realizó MONET con un número de amigos, valiéndose para ello de título de la pieza de Monet “impresión, salida del sol”: “Impresión, ¡Debí suponerlo! Acabo de decirme a mi mismo que cuando estoy impresionado, tiene que haber una impresión. ¡Y qué libertad, qué ligereza de pincel! Un tapiz en estado original está más elaborado que esta marina”. De aquí obtienen el nombre de los impresionistas.

 

Cuando creen que te están haciendo un mal, te están haciendo un bien.


SeRoGa 2004

 

Bajo lo desconocido 


Un día, harto del nivel económico y de la situación que estaba pasando, MONET, se presentó en la estación de ferrocarril, el director no sabía quien era, a lo que Monet le dijo: “Soy un importantísimo pintor y después de analizar mucho entre que estaciones pintar me decidí por la suya, así que tiene la fortuna de que pinte para la posteridad su estación”. Este discurso le abrió la puerta, permitió pintar la estación a su gusto, deteniendo trenes, cerrando la estación o haciendo que echaran más carbón para que la fumarola fuera más intensa, todo esto bajo tiranía ¿Nada alejado de la realidad verdad? Aunque ahora con la ayuda de “la chica del dragón tatuado” es difícil que no conozcas la historia del otro, o ¡bueno! siempre esta el despistado que le abre la puerta al “artista”.

 

¿Tiempos de pandemia? 


Monet escribe en 1878

“La cosa va cada vez peor. Desde anteayer no tengo ni un sou ni crédito en ninguna parte, ni en la carnicería, ni en la panadería. Si bien tengo confianza en el futuro, el presente es muy trabajoso… ¿No podría usted enviarme 20 francos lo más pronto posible? Eso me ayudaría de momento”. 

Cuando leí esto pensé que a Monet también le había cancelado presentaciones en galería por culpa de COVID19, pero no, ese era por un tiempo su día a día, así como el de muchos amigos artistas que decidieron no abandonar el deseo de hacer lo que tanto aman por el miedo a no tener que comer.

Detengo por un momento mi lectura y pienso, ¿Cómo le podemos hacer, mis amigos bailarines y yo para obtener esos “20 francos” en tiempos de pandemia?

Por otra parte, me parece que es interesante como Monet -y creo que varios artistas, principalmente visuales- pasan trabajando años y años en sus obras para poder determinar o decir con seguridad que ya esta terminada o plasmada la idea del cuadro. 

¿Será que esta dinámica de compra-venta en “lo novedoso”, de experiencia momentánea e inercial hacia consumir el producto más rápido que otras personas, nos está llevando a una carencia de calidad en el arte -en la danza, en mi caso (más específicamente en al danza contemporánea)-? 


Portada del Libro

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